El Forjista

Detenciones mediáticas para encubrir a Macri

Hay que remontarse a épocas de la década infame menemista o aún peor, a los años de la sangrienta dictadura para comprobar una dependencia tan vergonzosa del Poder Judicial con respecto al Poder Ejecutivo.

En ese contexto deben entenderse el show mediático montado con las detenciones de Ricardo Jaime y Lázaro Báez en causas que ya tenían varios años, donde los jueces intervinientes esperaron pacientemente para proceder con estas detenciones cuando las mismas le fueran de utilidad al gobierno de Mauricio Macri.

Allá por el año 2007 cuando este sitio realizó una investigación sobre el estado de los ferrocarriles y subtes nos aventuramos a señalar, que más tarde o más temprano, Ricardo Jaime iba a terminar en una prisión, lo que nunca imaginamos fue que su detención se produciría un sábado, es decir cuando los tribunales permanecen cerrados, y un día antes que estallara el escándalo de los Panamá Papers que señalan al mismísimo presidente de la Nación como dueño de dos sociedades off-shore, documentos que también señalan a una larga lista de funcionarios del PRO. Cuando Jaime fue detenido en Córdoba ya se encontraba ahí un periodista de TN que había sido anoticiado por el juez Ercolini que es quién interviene en la causa.

El juez Julián Ercolini es quién mantiene congelada la causa por Papel Prensa en la cual se negó a llamar a declarar a Magnetto por Clarín y a Mitre por La Nación como había solicitado el fiscal de la causa, es decir que estamos ante un juez muy predispuesto a beneficiar y defender a las grandes corporaciones.

El juez Casanello dictó la prisión de Lázaro Báez el mismo día que funcionarios del gobierno debieron salir a dar explicaciones sobre una empresa offshore en que Macri era director, poco después de esa conferencia se supo que no era una sola sino que había otra sobre la cual los funcionarios no dijeron nada.

Este juez hace tiempo que viene siendo apretado por los medios hegemónicos para que se apresure a confirmar las denuncias del grupo Clarín contra el empresario, como no actuaba de acuerdo a sus deseos, fue presionado ostensiblemente y se ve que fue incapaz de soportar dichas amenazas y extorsiones.

Uno de los barras bravas de Clarín, Jorge Lanata había dicho en marzo de 2014: "Casanello se tomó un año para estudiar cómo hacer zafar a Lázaro". Y marzo de este año expresó: "El rol de Casanello fue una vergüenza" y "No puedo estar no enojado con Casanello".

No olvidemos que este operador de Magnetto fue quién hace unos años convocó a escrachar a los hijos de los jueces que no dictaminaban según sus intereses y hubo energúmenos que cumplieron con su deseo yendo a repartir volantes injuriosos contra su padre a la puerta del colegio del hijo de un juez.

No cualquiera puede soportar estas extorsiones, Casanello parece ser uno de estos, pero no es el primer favor que este juez le hace al PRO, a los pocos días de asumir sobreseyó a Macri por las escuchas ilegales, decisión que fue apelada por los afectados por el espionaje ilegal, un familiar de las víctimas de AMIA y el ex cuñado del presidente.

Es evidente que los medios hegemónicos y estos jueces sabían desde hace tiempo de la aparición de los Panamá Papers que iban a afectar al gobierno de derecha y que por lo tanto debían contrarrestar con alguna noticia que permitiera realizar lo que nosotros denominamos idiotización masiva promovida por el gobierno y la gran prensa para ocultar la dura realidad que afecta a la mayoría de los argentinos.

Hugo Alconada Mon es periodista de La Nación y uno de los integrantes del conglomerado de periodistas que dio a conocer los Panamá Papers, hizo saber que en verdad desde el 15 de noviembre de 2015 se sabía de estos documentos, pero que a pedido de los dos periodistas argentinos, uno de La Nación y otra de Canal 13, se postergó para evitar que el conocimiento afectara la campaña electoral.

O sea que este periodista de la prensa hegemónica reconoció que ocultó información para favorecer a Mauricio Macri, por lo cual gobierno socio de la prensa canalla sabía perfectamente lo que se venía y por lo tanto debió impulsar a los jueces adictos a lanzar estas detenciones para que la corrupción macrista no ocupara las tapas de los diarios argentinos, lo que no han podido evitar es que la cara del presidente aparezca en gran cantidad de diarios de todo el mundo y no precisamente por sus condiciones de estadista.

Como sabiamente dice Víctor Hugo Morales la Argentina está gobernada por una troika mafiosa conformada por el gobierno off-shore, el Poder Judicial y los medios hegemónicos, a este cóctel siniestro hay que agregar la colaboración de dos serviciales políticos: Margarita Stolbizer y Sergio Massa que han posibilitado la derogación de la Ley de Medios, la rendición ante los buitres y ahora actúan como encubridores del presidente.

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